
Un hombre encontró a una liebre atrapada en una trampa colocada por cazadores, y lleno de compasión, le dijo:—Debería liberarte... Y siguió su camino.
Al siguiente día, el hombre volvió a pasar por donde estaba la liebre aún atrapada, y le dijo: — Debería liberarte... Y siguió su camino.
Al tercer día, antes de que el hombre le dijera a la liebre lo mismo, ella le advirtió: — Quizá, en lugar de decirme que deberías liberarme, deberías hacerlo.
Pero ¡no lo hagas!; ya es demasiado tarde. De cualquier manera, mi muerte será más valiosa que tu vida; yo al menos alimentaré al cobarde que construyó esta trampa, en cambio tú...
...vivirás atormentándote pensando en que debiste haberme liberado.
Fábula del Almagrar
Autora Isis Bobadilla


"Castillo del Fraile" Joel Solórzano