Poseo la sapiencia de disfrutar del viento,
cierro los ojos y olfateo el aroma de las flores
que me viene desde lejos.
Me levanto al primer rayo de luz de la mañana
y camino buscando mi sustento en cada paso,
en cada aventura, en cada vereda...
que me lleva hacia ninguna parte, hacia ningún lugar.
Disfruto del descanso en el abrigo de una sombra,
mientras un árbol me acaricia desde arriba
con sus hojas.
La vida es una ráfaga de más de mil colores,
que me divierte en la zozobra
del misterio de las cosas.
La tarde me entrega entre sus manos a la noche,
que me espera en el arrullo emocionante
de la luna.
La oscuridad escabulléndose entre estrellas,
besándome los ojos se cerciora de que duerma.
El júbilo ignorando mi miseria,
aguarda conmigo la emoción de un nuevo día.
Así, valiente y soñador,
soy un guerrero de este mundo,
un náufrago del infortunio,
un burlador del hambre y de la sed.
La simple bendición de respirar,
la maravilla de saberme,
contornan en la sombra mi fulgor;
venturoso de ser tan solo un perro,
venturoso, sí, de ser quien soy.

Náufrago
Autora Isis Bobadilla
Fotógrafía Joel Solórzano
