top of page
Buscar

Somos los Hijos de la Chingada

  • Foto del escritor: Isis Bobadilla
    Isis Bobadilla
  • 29 mar 2019
  • 2 Min. de lectura

Las culturas prehispánicas mexicanas pasaron durante la conquista española por la aniquilación y exterminio sistemático deliberado por motivos raciales, políticos y religiosos. ¿Esto sería motivo -tiempo después- para exigirles y otorgarles un perdón a los culpables? Sí.

Solo debemos asomar un poco la nariz en la historia para entender que muchas veces se ha pedido y otorgado perdón en este tipo de asuntos históricos. Existen muchas peticiones de perdón por genocidios y masacres, como la de Australia con los aborígenes y la de Canadá con los indígenas.

En Serbia el presidente pidió perdón a Bosnia y lo hizo de rodillas por la matanza de Srebrenica en 1995.

Naciones Unidas pidió perdón y afirmó que no hizo lo suficiente para evitar la masacre de los ochocientos mil tutsis que murieron en Ruanda en 1994 a manos de los hutus.

En el año 2008 la cámara de representantes de EEUU aprobó una resolución por la que pedía disculpas a los afroamericanos por la esclavitud y la segregación racial que sufrieron hasta los años sesenta.

En el año 2015 el congreso de diputados de España aprobó el proyecto de Ley que concedía la nacionalidad a los sefardíes descendientes de los judíos que fueron expulsados de España en el siglo quinto, como un acto de responsabilidad para con el pasado.

Lo que no están entendiendo algunos mexicanos con la petición de nuestro actual presidente, es que por medio de un perdón podremos aceptar el exterminio de nuestras culturas, la masacre, el dolor y continuar en una verdadera hermandad en un futuro compartido, pero aceptando la historia tal cual fue.

España no nos dio la Luz ni el conocimiento, no nos dio el lenguaje ni la creencia religiosa, nuestras culturas prehispánicas ya tenían todo eso y en un nivel mucho más evolucionado.

Si nos asomamos un poco en la historia de nuestras culturas prehispánicas podremos entender esto sin chistar. Pero es difícil; muchos mexicanos se sienten más orgullosos de sus tinturas españolas que de su sangre indígena raíz.

El mexicano ha olvidado su sangre materna y presume de su tintura española, pero nunca toma en cuenta que su sangre española no fue por amor, sino a punta de violaciones, despojos, tortura y masacre de nuestras madres indígenas.

Por ello nos hacemos llamar "Los Hijos de la Chingada", pues la chingada, era la mujer indígena violada por un español.


 
 
 
Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

Isis Bobadilla   Estación de tren Murria©   2017  Todos los Derechos Reservados  INDAUTOR

  • w-facebook
  • Twitter Clean
  • w-youtube
bottom of page